martes, 25 de septiembre de 2012

El Ritual del Espejo

¿Alguna vez te has preguntando como acceder en contacto con tu otro "yo" del otro lado del espejo? Sí, una forma de entablar contacto con aquella entidad que es más que una reflexión en una superficie cristalina.

Necesitarás lo siguiente:
Nota: Si lo haces en compañía de un amigo, es importante que no lo mires al rostro. Nunca. Hasta que se apague la vela.

-Una habitación oscura sin puertas cerradas (ej. un sótano o un ático).
-Una flama titilante (una vela o algo que pueda permanecer encendido por un largo tiempo)
-Un espejo lo suficientemente grande para que puedas ver tu rostro enteramente.
-Un cuchillo.
-Debes privarte de sueño (esto es muy importante). Alcohol, música sin voces y drogas que no puedan romper tu concentración (aunque estas últimas no son necesarias). Se recomienda el uso de tambores pesados y que repitan un mismo ritmo.
-Al menos una hora de tiempo para realizar un ritual.

Planta el espejo de forma que muestre tu rostro, al nivel de los ojos. Entonces coloca la flama de forma tal que ilumine tu rostro completamente. Mantén el cuchillo al alcance de la mano, siéntate en la habitación sin puertas y asegúrate que no haya interrupciones.
Debes mirar al espejo todo el tiempo que no estés observando la lista o este mensaje. Nunca permitas que tus ojos se desvíen a la oscuridad de la habitación. Con cada pregunta, debes mirar a tu reflexión en el espejo a la vez que preguntas. Mantén contacto ocular hasta que tengas una respuesta. Tomará unos minutos, y no debes forzarlo. El método debe inducir un trance, o esto no será más que una pérdida de tiempo. Si no crees lograr el enfoque necesario, tal vez quieras retrasarlo o iniciar de nuevo.
Al hacer las preguntas no importa si es en voz fuerte o en silencio.
La respuesta a tus preguntas deberá sentirse como si viniera naturalmente, como si de pronto pensaras en algo que te es familiar.

El truco es simple: al ver la flama en la reflexión, comenzarás a preguntarte cosas que tu cerebro solo reconocerá como tú mismo. Sin embargo, la cara cambia y crece, deformándose de forma grotesca si es que tienes un conflicto o interno; o tal vez cambie de formas curiosas si no eres auto-destructivo.
La pregunta inicial deberá ser siempre la misma durante la primera vez que lo hagas:
"¿Cuándo te sentiste con el menor control en tu vida?"
 Luego de que termines de preguntar lo que quieras, apaga la flama y deja que la habitación permanezca totalmente a oscuras. Dedícale una mirada a tu rostro en el espejo y, lenta y cuidadosamente, abre tu boca lo más que puedas; al grado de mostrar tus dientes. Ahora, grita (incluso si quieres en voz baja) y date un momento para ver como cambia. Ahora debes darte la vuelta y abandonar la habitación para terminar el ritual.

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